Un celiaco por el mundo (IV): primeros días. Viajando por Asia

Ya habíamos dejado Málaga y volamos hacia Berlin. Escala de varias horas allí, vuelo hacia Abu Dhabi, otra escala y llegaríamos a Singapur después de 27 horas. En esas primeras horas llevaba comida sin gluten en mi mochila de mano, así que, junto con fruta y agua que compré en los aeropuertos, no tuve inconveniente alguno.


Es tranquilizador que en Singapur, Tailandia y en la mayoría de ciudades de Malasia hay muchos supermercados y tiendas 24 horas (7-Eleven y similares). Si bien no venden productos etiquetados sin gluten (salvo excepciones), siempre podía comprar zumos, fruta, leche, batidos, yogures, patatas fritas...




Esos primeros días del viaje me alimentaba de dichas tiendas y platos muy simples de arroz y, a veces, con pollo y verduras. Por supuesto, refrescos, zumos y fruta hay en todas partes. Dosificaba todo lo posible las cookies y el pan sin gluten que me había llevado. Le temía al momento en que se me terminasen.

Algo útil y recomendable es, una vez localizados los productos en alguna tienda cerca del hotel, buscar en Internet el email y preguntar directamente al fabricante si es glutenfree. Aunque frecuentemente no obtuve respuesta, a veces sí tuve suerte, como en el caso de Unilever y Nestle, que me aseguraron que funcionaban como en Europa, remitiéndose a los alérgenos y a los ingredientes etiquetados. Nunca hubiera imaginado que en todos los países visitados hasta ahora podría comer helados de estas marcas!

En Malasia e Indonesia venden unas patatas fritas tipo Pringles, son las Jackers y especifican que son glutenfree. También lo son los crackers Fantastic, que se venden en Malasia, Tailandia e Indonesia. Creo que también los había visto antes en España.



Se dice que la alimentación en Asia está basada en el arroz. Antiguamente sería así, ya no. Sí, claro que hay platos de arroz, pero más aún hay de noodles de trigo y, por supuesto, todos condimentados con nuestra odiada salsa de soja. Y salsa de ostras, de pescado, dulce, de cacahuetes, picante, de tomate... todas con trigo, además de los polvos de sabor o maggi, siempre presentes y siempre con gluten.

Como nota curiosa, he tenido que mirar una a una todas las botellas de salsa de soja de muchos supermercados en Asia, buscando alguna que especificase glutenfree. Pues bien, suelen llevar del 20 al 25% de trigo. Si me echan eso en mi arroz ya no es contaminación cruzada, ya es como si me como un trozo de pan.

Gracias a la tarjeta sin gluten en malayo, las palabras que aprendí en su idioma, a los gestos y a la experiencia que se va ganando, me fui atreviendo con platos locales de arroz. Montar el numerito cada vez que pedíamos era frecuente, también que viniese el del local de al lado porque sabía un poquito más de inglés.

Igual de cierto es que se puede viajar sin gluten, sin fechas a cualquier país, como que comer sin gluten en determinados países es insoportablemente aburrido. Lo único necesario para un viaje como el nuestro es asumir que para comer perfectamente sin gluten está la casa de cada uno. Ni siquiera en España es 100% cómodo salir a comer fuera. Si se le añade la barrera del idioma y la cultura nula sobre la dieta sin gluten, pues todo se complica más.

No negaré que he pasado situaciones incómodas en las que, tras especificar una y otra vez cómo quería mi plato de comida, me traían un plato con pollo rebozado o con salsa de soja. Otros, sentía la más profunda apatía antes de salir a comer por enésima vez arroz blanco con atún de lata y huevo frito. Pero de cada una de esos momentos se adquiere una experiencia incalculable, que será imprescindible para el día a día del viaje.

Del mismo modo, es decisión personal si fiarse del etiquetado. Tampoco esto es fácil en algunos países. En Tailandia, por ejemplo, es imposible pues, salvo algunos productos, solo vienen los ingredientes en thai, con su caligrafía ilegible. Reconozco que, en determinados momentos, para salir de la monotonía he recurrido a comida de algún supermercado guiándome únicamente la lectura de los ingredientes.

Próximamente, consejos sin gluten de cada país que hemos visitado: hay tiendas y supermercados donde encontrar pan y otros productos específicos sin gluten!

Continuará...

unceliacoporelmundo.com






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