Luang Prabang

Después de dos días de viaje en barco por el Mekong desde la frontera, llegamos a esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. A 300 kilómetros al norte de Vientiane, en Luang Prabang confluyen los ríos Mekong y Nam Kham. Paseando por su centro histórico, no nos parecía estar en una ciudad de Asia con sus calles tan limpias y cuidadas.



Aunque es la ciudad del Sudeste Asiático más bonita de las que hemos visitado, que no son pocas, ha sido una de las que menos nos ha llamado la atención. La sensación era casi como estar en una ciudad europea más. Y es que el centro de Luang Prabang no se aprecia actividad alguna excepto aquella orientada al turismo. No es posible hacerse una idea de cómo es la vida de un laosiano si no se sale del centro de Luang Prabang.

Fue fundada en el 698 por un príncipe Tai, e inicialmente fue denominada Muang Sua. Más tarde, fue capital del reino Lan Xang en su momento de mayor expansión, cuando se casó el príncipe de Laos, Fa Ngum, con una princesa Khmer. Su actual nombre proviene de la palabra Phra Bang, la estatua de Buda que el rey Khmer entregó a su yerno, para dar legitimidad budista a Fa Ngum y a Laos. Fue conservada desde entonces en la ciudad. Actualmente se encuentra en el Museo del Palacio Real.

Todos los edificios, de máximo dos plantas, se encuentran en perfecto estado (al menos, la fachada). Los hoteles y restaurantes tienen los carteles con su nombre sobre madera. En estas calles la mayoría de las construcciones son edificios coloniales franceses entremezclados con templos budistas.



Las cascadas Kuang Si son una visita obligada desde Luang Prabang. Están a unos 30 kilómetros al sur de Luang Prabang. Tienen tres zonas principales y tras cada caída de agua hay una poza para bañarse. Cuando las visitamos tenían mucha corriente y solo nos pudimos bañar en una de ellas, pues era el final de la época de lluvias. El nivel más alto de la cascada tiene una caída de 60 metros. Subimos por un sendero muy resbaladizo y a veces cayéndonos agua de la cascada y llegamos hasta el punto más alto. Allí, aunque no hay muchas vistas, pues la vegetación es espesa, es curioso observar los troncos en el mismo salto de agua.




Nada más entrar al recinto de las cascadas hay un santuario de osos tibetanos, de la fundación Free the bears, que se dedica a liberar osos de granjas donde los encierran y extraen bilis, muy valorada en la medicina tradicional tailandesa. Tienen santuarios para osos en Laos, Camboya, Vietnam e India.



Para llegar: preferimos ir en minivan, pues aunque el tuctuc es más económico, había que esperar a que se llenase (6 personas). Precio por persona: 50.000K (4,76€). Entrada a las cataratas: 40.000K (3,81€).

Entre tantas casas coloniales de estilo francés, caminamos hacia la península formada entre el Mekong y el Nam Kham, hasta llegar al Wat Xieng Thong, el templo más importante de Luang Prabang. Cierran a las 19:00 y a las 18:30, el dia que lo visitamos, comenzó el rezo de los monjes. Nosotros los observamos desde una de las puertas. Entrada: 20.000K (1,90€). Hay que llevar los hombros cubiertos.





También subimos al pequeño templo Wat Chom Si, en la cima de la montaña Phou Si. El templo no es nada impresionante, sí las vistas hacia el Mekong a un lado y hacia la ciudad, rodeada de montañas, al otro. Muchísimos turistas se amontonan en unos bancos que hay arriba para fotografiar la puesta de sol hacia el Mekong. Entrada: 20.000K (1,90€).




No nos podíamos perder el Tak Bat, o la ceremonia tradicional en la que los monjes salen de sus templos y pasean en fila recogiendo ofrendas. Los fieles se arrodillan en la acera, y cuando pasan los monjes, introducen en un recipiente que lleva cada uno un pegote de sticky rice. También, zumos, fruta, galletitas, pastelitos y batidos. A las 5:00 de la mañana estábamos en la calle buscando monjes.



Antes del ritual se entrega a los turistas un folleto con una serie de indicaciones, que básicamente indican que es una ceremonia religiosa y no algo turístico, entre las normas a seguir: no se puede tocar ni mirar al monje, ni ponerse en su camino, llevar pantalón largo y hombros cubiertos. Curiosamene también dice que no se le compre el sticky rice a las vendedoras que hay en las calles a esa hora, sino en el mercado de día.

Habíamos leido la siguiente teoría y, aunque fue duro reconocerlo, lo que vimos nos hizo aceptarla:



Esas señoras venden una cestita de sticky rice a un precio desorbitado, cuando en el mercado por 5.000K se compra una bolsa pequeña. Tras pasar los monjes por las calles con más gente, los niños locales, necesitados de comida (y dinero) les piden a los monjes parte de las ofrendas que han recibido. Éstos, se apiadan de ellos y les dan el sticky rice y los plátanos (no vimos ni un zumo, ni un pastelito). Luego en algún callejón los niños separan el sticky rice de los plátanos y se los dan (o venden) a las vendedoras de sticky rice, que a la mañana siguiente volverán a venderlo a los turistas! Nunca te plantees comer un poco de sticky rice mientras esperas a que lleguen los monjes, si lo has comprado a estas vendedoras! Por cierto, solo de sticky rice no engorda un monje.

Realmente madrugamos demasiado, pues hasta las 5:45 o 6:00 no comienzan a salir de los templos. Un buen sitio para verlo, es en Sakkaline Road, y al principio de Sisavangvong Road.

No visitamos el interior del Museo del Palacio Real, construido en la época colonial francesa en 1904 y residencia del Rey Sisavang Vong y su familia hasta 1975, que fue convertido en museo. Planificamos otras actividades y cuando queríamos ir ya no dejaban pasar pues su horario es muy limitado. Sí que vimos los jardines, el edificio por fuera, el templo Haw Pha Bang y la estatua Phra Bang. Horario: 8-11 y 13:30-16. Excepto martes. Última visita a las 10:30 y 15:30. Entrada: 30.000K (2,86€). Requieren hombros cubiertos y pantalón largo.

Es agradable pasear por el paseo junto al río Nam Kham, allí se reúnen los jóvenes y comen lágrimas de Job, como si fueran pipas (curioso nombre, realmente coix seeds). Más adelante, entre callejuelas se encuentra el Utopía. Un bar tipo lounge donde los viajereos suelen ir a tomarse una Beer Lao sobre maderas sobre el río. Se está bien allí.

¿Cómo llegamos a Luang Prabang?
  • slowboat desde Huay Xai, tras pasar la frontera con Tailandia. Dos días, parando en Pak Beng. 220.000K (20,95€).
  • el slowboat no para en Luang Prabang, sino unos kilómetros al norte. Hay tuctucs esperando en ese lugar. Precio fijo: 20.000K (1,90€) por persona. Pedimos que nos llevaran hasta el guesthouse.

Alojamiento
Nos quedamos en Phongboun Guesthouse (Song's Place), en Sisavangvatthana Road (hay varios alojamientos baratos en esa calle), bajando hacia al río, uno de los últimos locales a la derecha. Habitación muy limpia, sin balcón, con agua caliente, ventilador. Es un guesthouse familiar, con una tienda de souvenirs debajo. Dan café, té y plátanos gratis todo el día. Agua filtrada también gratis. Pagamos 40.000K (3,81€) por habitación doble.

Comidas
Saliendo de nuestro guesthouse, en la acera de enfrente, en la esquina, está el Namsok Restaurant. Es un sitio de comida local, no tan caro como los de la calle principal (Sisavangvong Road). Allí desayunamos y comimos casi todos los días.

En Sisavangvong Road, en un callejón a la derecha, desde nuestro guesthouse, está el Salika Restaurant. Comida local barata para almuerzos y cenas.

Para cenar, solíamos picar algo y tomar un zumo de frutas buenísimo en el mercado nocturno. En un callejón hay buffets vegetarianos en los que te llenas todo lo que quepa en un plato por 10.000K (0,95€). Los probamos una noche y no repetimos (todo frío y algunas cosas con no muy buen sabor, estarían hechas desde hace un par de días). Ese callejón es muy incómodo, hasta arriba de turistas, los techados muy bajos y todo lleno de humo.



Por la mañana también hay puestos de baguettes (mucho pan y casi vacío por dentro) en la misma calle del mercado nocturno, casi al final de la misma. Solo fuimos una mañana. En frente del mercado de día venden sticky rice (Kitsalat Road).

Cerca del río hay un restaurante tipo buffet de fondue-barbacoa típica de Laos donde, por 60.000K (5,71€), por persona puede uno mismo prepararse toda la carne, pescado y verduras.

En Laos no hay 7-Eleven, ni supermercados 24 horas buenos. Son todos tiendecillas cutres, por lo general desordenadas y llenas de polvo. Aún así compramos algunas cosas ahí.

RESUMEN DE GASTOS (media diaría por persona):
Alojamiento: 20.000K (1,90€)
Comida y agua: 56.900K (5,42€)
TOTAL: 76.900K (7,32€)

Estuvimos en Luang Prabang del 26 de septiembre al 5 de octubre de 2013









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