Sídney en tres días

Durante 90 días hemos intentado conocer el país más grande de nuestra ruta, tan grande que puede albergar a toda Europa en su superficie. Nos quedamos desconcertados con los diferentes mundos que nos hemos encontrado: un puñado de grandes urbes cosmopolitas, exclusivas y con ambiente surfero, se mezclan con muchísimos pequeños pueblos muy rurales, del más puro estilo granjero. Sin olvidarnos del desierto interior de Australia, conocido como Outback. Ahora nos despedimos del país en Sídney, la ciudad que más energía nos ha trasmitido en todo este tiempo.



Por fin llegamos a Sídney, lo que significaba que empezaba la cuenta atrás, solo nos quedaban tres días de viaje por Australia. Como ha sido habitual en todo el país, aquí nos hospedamos con una familia con couchsurfing. Su casa estaba al sur de la ciudad, pero bien conectada en tren con el centro.


1º día: Bondi Beach



El primer día en Sídney lo pasamos en una de las playas más famosas y conocidas de Australia a nivel mundial: Bondi Beach. Es probable que sea la que más veces ha aparecido en fotos, anuncios, películas y programas de televisión. En esta playa de ciudad, de un kilómetro de largo, cada día cientos de surferos se divierten con las olas y miles de visitantes, desde viajeros lowcost a millonarios, pasean, corren o se tumban al sol en su arena dorada.

Como está a tan sólo diez kilómetros del centro de Sídney es una de las playas más concurridas y es escenario de una gran variedad de eventos, como representaciones artísticas, maratones de surf y competiciones.



Cada domingo, cerca de la playa, en el colegio público, hay un mercadillo. Sobre todo venden ropa, artesanía y joyería. Sinceramente, a nosotros nos supo a poco, después de meses en Asia, todo estaba demasiado organizado y no había puestos de comida.

Para llegar: nos bajamos del tren en la estación Bondi Junction, desde aquí hay un bus que conecta con Bondi Beach. También se puede llegar caminando, aunque hay bastante pendiente.


2º día: Distrito Comercial y Darling Harbour



El segundo día nos dirigimos al corazón del distrito comercial de Sídney, situado entre las calles George, Pitt y Castlereagh. Aquí también hay gigantescos centros comerciales repletos de todo tipo de tiendas. De los que visitamos, nos gustaron especialmente:

El centro comercial instalado en el Queen Victoria Building, en George St. engloba más de cien tiendas lujosas de moda y productos de lujo, restaurantes y cafeterías en un edificio de 1898, que bien podría parecer un palacio bizantino. De todos los centros comerciales que hemos visto, probablemente sea el más bonito, hay quién lo considera el mejor del mundo. Más allá de las tiendas, el edificio en sí es de uno de los más elegantes y reconocidos de Sídney.

Aunque no tengas intención de comprar nada, merece la pena pasear por todos sus plantas, curiosear las lujosas tiendas y pararse a ver los detalles de los relojes colgantes.



El Strand Arcade, también en George Street. Es de menor tamaño que el Queen Victoria Building, pero igualmente resulta atractivo, con un estilo totalmente diferente a los otros centros comerciales.

La calle Kent está llena de tiendas de equipamiento deportivo y de montaña. Buen lugar para encontrar todo lo que un mochilero pudiera necesitar: mosquiteras, mochilas, ropa técnica, etc.



Pasamos por St. Andrews Cathedral, que resulta un poco chocante entre tantos rascacielos, aunque precisamente de ellos procedían los muchos ejecutivos que había en la plaza de la Catedral tomando su almuerzo.

En Sídney, como en la mayoría de las grandes ciudades del mundo también hay un barrio chino o China Town. Está cerca de las calles Thomas y Ultimo Road. Nos gustó el mercadillo de Paddy’s Market, bajo el edifico de Market City, lleno de actividad con tiendas de todo tipo.



El puerto Darling Harbour es una zona muy turística de Sídney, lugar obligado de visita, con muchos restaurantes y pubs orientados hacia puerto, shows callejeros, zona comercial, museos... y por supuesto, lujosos barcos atracados. Todo ello rodeado de altos edificios.



Para llegar a esta zona, desde las afueras de Sídney nos subimos al tren y nos bajamos en la estación Town Hall, en George Street. Desde ahí caminamos hasta todos estos lugares.


3º día: The Rocks y la Ópera de Sídney



El último día de visitas en la ciudad lo dejamos para uno de los lugares más reconocibles de Australia: la Sídney Opera House.

En el mismo día también fuimos a The Rocks, al jardín botánico y al Harbour Bridge, el famoso puente de Sídney.

The Rocks es un barrio situado junto al puerto de Sídney, con impresionantes vistas a la Opera. En The Rocks comienza la historia de Australia, siendo este barrio el más antiguo de la ciudad pues aquí llegaron los barcos con la primera flota de prisioneros enviados por Inglaterra. Al caminar por sus calles y mirar sus edificios, sus antiguos pubs es fácil retroceder hasta esos años de principios del siglo XIX. Es un barrio bohemio, con numerosas galerías de arte, locales de música en directo y buenos restaurantes.



El más antiguo de sus edificios es Cadmans Cottage, que se construyó en 1816 y actualmente es el centro de información del Parque Nacional del Puerto de Sídney. Caminamos por el puerto hacia el enorme Puente de Sídney, pasamos por él y volvimos hacia The Rocks.

En casi todas las ciudades que hemos visitado en este viaje hemos ido a su mercado. Lamentablemente no ha sido así en Sídney. Nos recomendaron visitar el mercado de The Rocks, pero es solamente los sábados y domingos. Un poco más al oeste, está el mercado de pescado de Sídney, igualmente conocido que sí abre todos los días, pero tampoco lo visitamos.

Luego fuimos, por fin, a la Casa de la Ópera de Sídney, uno de los edificios más famosos del mundo y una de las obras arquitectónicas más reconocidas del siglo XX. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2007, aunque se diseñó en 1957 por el arquitecto danés Jørn Utzon e inaugurado en 1973. En su interior se realizan obras de teatro, ballet, ópera y eventos músicales. Lo vimos por fuera, aunque también es posible contratar una visita guiada. Cada día miles de personas vienen hasta aquí, para contemplar el edificio y las vistas al puente del puerto de Sídney y al skyline de la ciudad.



Sin embargo, nuestra visión favorita de la Casa de la Ópera fue esa misma tarde, pero desde otro lugar. Atravesamos los Royal Botanic Gardens (entrada gratuita), los jardines más importantes de la ciudad, para llegar hasta un lugar al este de la Casa de la Ópera, desde donde vimos una maravillosa puesta de sol sobre el puente de Sídney, adornado por la Casa de la Ópera y los rascacielos de fondo.

Para llegar: este último día fuimos en tren hasta la estación Circular Quay, desde donde parten los ferries públicos y los barcos turistcos, muy cerca de The Rocks, luego caminamos hasta los lugares mencionados.

Además de estos lugares que tantas ganas teníamos de visitar, compartimos nuestros días en la Sídney con nuestro amigo Mikey y su familia, muchas gracias!


Estuvimos en Sídney del 1 al 6 de agosto de 2014



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